La Comisión Europea prevé un impacto fuerte de la crisis sobre la agricultura a corto plazo

La Comisión Europea (CE) prevé que la crisis financiera tenga un impacto fuerte sobre la mayor parte de los sectores agrícolas en la Unión Europea (UE) y en el resto del mundo, a corto plazo, según un informe difundido que analiza las perspectivas sobre los mercados agrícolas de la UE en el período comprendido entre 2008 y 2016.Bruselas señala que aunque el segmento agrícola es más resistente a las crisis económicas que otros, se espera que dado el panorama actual tenga que afrontar "retos" como una mayor demanda y la renta de los productores, que ejercerán "una fuerte presión" sobre los precios y "desencadenarán ajustes estructurales".La CE señala que la situación económica tendrá repercusiones negativas "directas" sobre los sectores con mayor valor añadido, especialmente en los ganaderos. También habrá efectos "indirectos", según el estudio, sobre los cultivos arables, por la demanda de piensos y repercutirá en las producciones de materias primas para combustibles por la caída de los precios del petróleo, así como en las industrias.Bruselas señala que a medio plazo, los mercados se recobrarán por factores como el crecimiento de la demanda de alimentos mundial, la expansión de los biocombustibles y la caída de la productividad de los cultivos para alimentos.En el sector de cereales, la CE augura un crecimiento limitado, porque cae el comercio de carne -y en consiguiente el uso de materia prima para piensos- lo que provocará que los precios vuelvan a estar "bajo presión".En cuanto a la producción cárnica, la recesión económica podría producir una reducción del consumo, pero a medio plazo la CE apunta que las perspectivas son moderadamente positivas para las producciones de ave y de cerdo, mientras que las de vacuno, ovino y caprino caerán más. En 2009, señala la CE, acabará la "situación destacable de 2008 que permitió un incremento de las exportaciones de carne de la UE", lo que se debe a la crisis, las restricciones de Rusia y a la fuerte competición de países que producen con costes más baratos.